Standby...

Hace bastante que no escribo… Bueno, miento, hace días que no escribo aquí, pero es que entre unas cosas y otras, apenas me da el tiempo.

Si vamos por pasos, primero el trabajo, ahora por las mañanas, ocupado hasta vete tu a saber según el día, con mis maravillosos clientes, y mis odiosas corbatas, más odiosas aún según se acerca el verano…

Después al gimnasio dos días por semana, y no será porque no me da pereza, aunque después lo agradezco, me relaja, y me cansa, que siempre me viene bien, más con lo que me cuesta dormir noche tras noche… El insomnio, mi más fiel compañero.

Y mis amigos, que vienen continuamente, mis sobrinos que me revuelven la casa entera, y que solo entrando por la puerta, dibujan una sonrisa en mis labios.

Después mis vicios, que no son pocos, pero sanos eh… Que si videojuegos (la salida de Diablo III ha sido culpable de mi dejadez de este rinconcito), que si series varias (deseando ver el final de House), que si películas… Y bueno, si empezamos con los deportes, entre futbol, baloncesto (ACB y NBA), tenis, formula 1, motociclismo, ciclismo (Giro y Tour), pfff, me estoy estresando.

 

Pero sabes que siempre tengo tiempo para dedicarte unas palabras, unos susurros y pensamientos… Unos guardados para mí, para ti, para siempre… Otros como estos, pues subidos a mi pequeño rincón, donde me escondo de todo y todos, y muestro parte de mí, como normalmente no suelo hacerlo.

Porque, ¿Qué sería de mi sin ti? Cuantas veces preguntamos esto, pero al revés, si casi era un segundo padre para ti, te mimaba, te cuidaba y te protegía… Y fíjate, que ante tu ausencia, ahora soy yo el que necesito que me cuides, me mimes y me protejas…

Sé que estás vigilando, mirando que me porte bien, así que te dejo otro escrito, otras pequeñas palabras, lanzadas como siempre al viento, para que las puedas leer.

Entre Besos y Miradas...

Dibujar en tu espalda… Eso quiero, usar tu piel cual lienzo para hacer mis delicias, que mis dedos sean pinceles dejándose llevar al son de mil caricias, de mil susurros.

Disfrutar de tus suspiros, de miradas y sonrisas, mientras mis manos se apoderan de tu cuerpo, haciéndolo mío, desnudándolo y descubriendo tu suave y blanca piel.

¿Sabes que haré? Jugar con tu cabello, mientras mis susurros se cuelan en tu oído, provocando desde carcajadas, a pequeños gemidos, justo antes de buscar tus dulces labios.

Los espero con ansia, con deseo… Solo rozaros hace que se erice mi piel por completo, notar tu respiración nerviosa, agitada, mientras mis labios suplican un beso a los tuyos.

Pero solo es el comienzo, porque un beso no es nada, y a la vez lo es todo… Objeto de mi deseo, de mi necesidad, de mi falta… El beso abre el camino al resto.

Será tu lengua la que juegue con la mía, mis dientes los que muerdan tu labio suave, tirando levemente antes de volver a besarte, tras una mirada que te grita con pasión.

¿Y donde están mis manos? Quien sabe, quizás aun estén perdidas entre caricias en tu cabello, o dibujen mil líneas en tu espalda… Solo sé que están perdidas en tu cuerpo.

Me separo, me distancio, pero sabes que solo deseo más, que quiero tu cuerpo, tu boca… No, no lo quiero, lo necesito… Te miro, me sonríes, y vienes despacio, sin decir nada.

Pero a veces un silencio vale más que mil palabras, y un gesto, ese gesto con el dedo que me desmonta, esa mirada que me dice que serás mía, y ese beso que simplemente, es el comienzo.

Trocitos del Alma...

Debería comenzar a numerar las cartas que te lanzo… Los susurros, los pensamientos y recuerdos, aunque bien es cierto que todos están bien guardados, y no todos están aquí en el blog.

Mientras repasaba algunas de las cosas que he escrito aquí, recordaba de nuevo, una de las personas que más me animó a crear este blog fuiste tú, hace años que me dijiste por activa y por pasiva que debería hacer algo así, tener un rincón donde expresarme, donde dejar constancia de mis pensamientos, de mis escritos… Eres la primera a la que dejé leer algunos de mis textos, y cuando los leías me hacías sentir como el mejor escritor del mundo, esa sonrisa, esa sorpresa, esas palabras que me llenaban, aun sabiendo que no era gran cosa.

Quizás, solo quizás, en parte tu marcha provocó (entre otras tantas cosas) que me decidiera a hacer esto, algo que a mucha gente le parecería algo simple, hay blogs a patadas, pero que para mi es algo más… Es un trocito de mí, de lo que siento, de lo que añoro, de lo que quiero o recuerdo.

Antes, además de mis escritos, estabas tú, a quien contaba cada segundo de mi vida… Por eso digo, que quizás, tu ausencia provocó que buscara algo más, algún lugar para seguir contándote cada momento, y seguir pidiéndote consejos.

Sinceramente, me alegro de haberlo hecho, cuando me agobio, o cuando necesito desahogarme, cojo el portátil y escribo, y unas veces no, al igual que otras si, se lo dejo leer a la gente, gente sin la que seguramente el blog no significara tanto, pues siempre agrada tenerlos ahí, dando ánimos, colaborando como hacen muchos/as y recordándote como tu siempre hacías, que tus palabras, para algunas personas, son valiosas.

Extremoduro - Si Te Vas...

Pequeñas tentaciones...

Lucía, morena, pelo hasta el hombro,  liso, mediría sobre 1.63, muy delgadita, cara muy dulce, sonrisa constante, mirada intensa… Divertida, encantadora, risueña, una “pequeñaja” como digo yo, pero sabiendo cuando ser seria, firme, con las ideas bien claras.

A veces, cuando menos te lo espera, aparece ella… Y esta, era Lucía.

Los viernes son mi día, llega el fin de semana, suelo salir con mis amigos, vamos mucho al cine, pues somos grandes cinéfilos, tomamos unas copas, reímos, charlamos, lo normal supongo.

Jaquecas y pensamientos...

Pienso luego existo… Así era ¿No? Pues eso, aunque a veces me lo replanteo, pensar demasiado perjudica seriamente la salud, y da dolor de cabeza, cosa frecuente en mí.

Pero es cosa de familia, tanto mis jaquecas, como el pensar mucho… Mi madre siempre pensaba en exceso, le daba mil vueltas a todo, y siempre le decía “Mama, deja de pensar siempre en todo, relájate un poco…” Ahora yo soy mi madre, bueno, como ella.

De mi padre heredé los ojos y las jaquecas, creo que es por compensar, por tener unos ojos “bonitos” (va por gustos), tienes que sufrir las consecuencias de las ¡Jaquecas mortales!

Con el paso del tiempo, de los años te vas dando cuenta como cambian unas cosas y otras no…

Por ejemplo, sigo siendo el solterón de la familia, a la cual sigo teniendo detrás deseando que me case y esas cosas… No, por favor, no.

También sigo siendo un crío en el cuerpo de un hombre que tiene una edad ya… Recomendable, me gusta mi edad eh, pero eso no cambiará, me es imposible, y no quiero.

Pero cierto es que ahora tienes muchas más preocupaciones, no dejo de dar vueltas a mis pensamientos, y más tras tantas cosas que me han ocurrido en el último año.

He pasado por etapas complicadas, otras muy buenas, algunas extrañas… Y últimamente fue durísima, pero siempre seguí caminando, soy como los de correos, haga frío, llueva o nieve, sigo mi camino.

Tampoco ha cambiado en mí el intentar tomarlo todo con un cierto “humor”, aun cuando hablo de cosas serias, siempre con límites, pero intento que ese positivismo esté ahí.

En definitiva, soy el mismo que hace muuuuchos años se vino a España, así, porque si, aunque ahora me preocupe hasta por la mosca que se da de cabezazos con mi ventana… Y eso, me gusta.